La bala, en la sien
estaba a punto de finalizar su trayecto,
Solo unas milésimas de segundo separaban la vida de la muerte.
Ella no quería pero no le quedaba otra opción.
La trayectoria estaba trazada.
Era su primera y única experiencia.
Hubiera querido saber que motivó al dedo apretar el gatillo.
Habría querido entender el porqué y cambiar la realidad.
Su alma de metal no se lo permitió.
divendres, 18 de febrer del 2011
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